jueves, 6 de mayo de 2010

¡EL AMOR NO ES SÓLO UN SENTIMIENTO. ES TAMBIÉN ARTE!”


“Sin vos no puedo vivir”, “Mi vida sin vos no tiene sentido”, “No vale la pena vivir sin vos”, “Ella lo es todo para mí”, “Él es lo más importante en mi vida”, en fin, la lista de expresiones de amor, es interminable y bastante común para los corazones “enamorados”, pensamos que estas afirmaciones son muestras de amor y representaciones de un sentimiento incondicional, la tradición ha pretendido hacernos ver que “el autentico amor debe estar infectado de adicción”, lo cual para mi es una completa locura.

La epidemiologia del apego es agobiante, según los expertos la mitad de la consulta psicológica es debido a problemas ocasionados o relacionados a dependencia patológica interpersonal, es decir las personas no se resignan a la ruptura o permanecen inexplicablemente en una relación tóxica.

La inmadurez emocional, es el esquema central de todo apego, para algunas personas este término puede resultar ofensivo, pero no se trata de estupidez o retardo, para las personas que aún no han desarrollado una madurez emocional adecuada tendrán dificultades ante el sufrimiento, la frustración y la incertidumbre, pero en sí el término “inmadurez” se acopla mejor al insuficiente autocontrol que suelen mostrar los individuos que no toleran las emociones, siendo así estancadas en su crecimiento emocional en ciertas áreas de su vida, pero en otras funcionan maravillosamente.

“Me causas vergüenza”, “me fastidias”, “No sirves para nada”, ¿Qué nos lleva a resistir este tipo de maltrato? ¿Por qué esperar hasta desenamorarnos para darle un fin a la relación? Este es un enfoque similar a los problemas utilizados de farmacodependencia, donde el adicto debe dejar la droga pese a sus ganas, donde aun así necesitando la droga sean capaces de pelear contra los deseos, no considero necesario que hay que esperar hasta desenamorarse para darle un fin a la relación, tiene primero que aprender a superar los miedos que existen detrás del apego, levantar el autoestima y auto respeto, luchar contra los deseos por qué sabe que no le conviene. El desamor no lo logrará de la noche a la mañana, es un proceso que llegará después.

Cuando empiece a independizarse se dará cuenta que lo que sentía no era “amor”, sino más bien una adicción psicológica, no existe otra solución más que librarse de él/ella sintiendo que lo quiere pero que no le conviene. El diagnóstico a la adicción que plantea el Psicólogo y experto en terapia cognitiva Walter Riso, los fundamenta en estos puntos:

• La ausencia de la persona “amada”, o no poder tener contacto con él/ella produce un completo síndrome de abstinencia.
• Existe un gran deseo de dejarlo, pero los intentos son infructuosos y pocos contundentes.
• Invertir una gran cantidad de tiempo para poder estar con él, a cualquier precio, encima de todo.
• Reducción y alteración normal en su desarrollo social, laboral y recreativo, debido a la relación.
• Seguir alimentando la relación a pesar de estar conscientes de las graves repercusiones psicológicas para su salud.

El apego enferma, incapacita, elimina criterios, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta, y finalmente acaba con todo residuo de humanidad disponible. El hecho de querer ver a tu pareja, de andar arriba y abajo con él, que no ves las horas para besarlo, no significa que sufras de apego, si tienes a tu disposición a tu pareja, disfrútala, eso no es apego, pero si la urgencia de verlo no te deja en paz y tu mente se desgasta por él, bienvenido al mundo de los adictos afectivos.

Recuerden la idea no es reprimir el amor, sino la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo.

3 comentarios:

  1. "síndrome de abstinencia" jajaj no es sorprendente si te vuelves adicto a el...

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  2. yo, como terapeuta, intento confrontar la creencia de que si una persona a la que amamos nos deja de amar, significa que el amor se terminó. La capacidad de amar es nuestra, está en cada uno de nosotros. Cuando Juan o María se van den nuestras vidas, se va JUAN o MARÍA, no se va el amor. Ese prevalece y podemos volver a sembrarlo en otro corazón que sí este dispuesto a correspondernos. De esa manera, la creencia catastrófica de que sin esa persona he perdido la capacidad de volver a amar desaparece y, es más probable que reaparezca la esperanza.
    Luis Fernando Martínez
    cree.ser.juntos@gmail.com

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  3. Probablemente Amanda nunca estuvo enamorada o si lo estuvo no fue lo suficientemente fuerte como para sentir de esta manera. puedo decir esto porque he pasado por los dos estados de los que habla ella, primero terminé una relación con alguien a quien quería mucho y si bien me dolió hacerlo no tuve ese sentimiento de dependencia que ella dice, sin embargo despues terminé otra relación que aún me duele y que me genera esto que ella bien describe ¿Qué inmaduré de repente? Como en varias otras materias sobre amor nada es absoluto y todo es relativo a la persona que lo siente y a la interacción que logre con su pareja.

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